El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición que afecta a personas de todas las edades y géneros, pero cuando se trata de adolescentes femeninas, muchas veces pasa desapercibido. Esto no se debe a que el autismo sea menos común en mujeres, sino a que se manifiesta de formas diferentes, lo que puede retrasar o incluso impedir su diagnóstico.
¿Por qué el TEA es menos evidente en mujeres?
Las adolescentes con TEA suelen desarrollar estrategias de “camuflaje social”, adaptándose a las dinámicas de su entorno para encajar y pasar desapercibidas. Estas estrategias, aunque útiles a corto plazo, pueden tener un alto costo emocional, generando estrés, ansiedad y agotamiento.
A diferencia de los hombres, que pueden mostrar dificultades sociales más evidentes, las adolescentes suelen enmascarar estas dificultades copiando comportamientos de sus pares o evitando interacciones complejas. Esto puede llevar a que sus síntomas se interpreten como timidez extrema, ansiedad o problemas emocionales, dejando el diagnóstico real sin abordar.
Los desafíos del diagnóstico
El sesgo de género en los criterios diagnósticos tradicionales también juega un papel importante. Las herramientas diseñadas para identificar el TEA están basadas principalmente en patrones observados en hombres, lo que significa que muchas características propias del espectro en mujeres quedan fuera del radar clínico.
Entre los síntomas menos reconocidos en adolescentes femeninas con TEA se encuentran:
- Hipersensibilidad sensorial.
- Dificultades para interpretar interacciones sociales complejas.
- Intereses intensos y específicos, pero socialmente más aceptados (como la literatura o los animales).
- Episodios frecuentes de ansiedad o depresión.
El costo emocional del camuflaje
Si bien el camuflaje social puede ayudar a las adolescentes a navegar situaciones sociales, también puede provocar un agotamiento emocional significativo. Es común que estas jóvenes enfrenten altos niveles de estrés por mantener una imagen “aceptable” ante los demás, lo que puede derivar en problemas de salud mental como depresión, baja autoestima o crisis de identidad.
Cómo podemos apoyar a las adolescentes femeninas con TEA
Es fundamental crear conciencia sobre cómo el TEA se manifiesta en mujeres para garantizar diagnósticos tempranos y apoyos adecuados. Aquí hay algunas claves:
- Sensibilización y educación: Enseñar a los docentes y familias a reconocer las señales menos evidentes del TEA en mujeres.
- Apoyo personalizado: Diseñar intervenciones centradas en las necesidades individuales, fomentando la confianza y el bienestar emocional.
- Espacios seguros: Proveer entornos donde las adolescentes puedan expresar su identidad sin la presión de encajar.
Una nueva mirada hacia el TEA en mujeres
El autismo no tiene un solo rostro ni una única forma de manifestarse. Reconocer las diferencias en la experiencia femenina del TEA es un paso fundamental hacia la inclusión y el bienestar de estas adolescentes.
En Playbricks, estamos comprometidos en brindar apoyo integral a niños, adolescentes y sus familias, promoviendo la comprensión y el respeto por la diversidad.
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